
Uno de los factores que impiden que descansemos correctamente y que más conflictos suele generar en las parejas a la hora de dormir son los ronquidos. Son sonidos muy molestos que todos hemos sufrido o experimentado. De hecho, se ha demostrado que el 95% de la población ronca en algún momento de su vida, aunque solo el 45% de las personas reconoce hacerlo habitualmente.
Según explican los expertos, tras las causas de este problema tan extendido se encuentran los malos hábitos de vida y enfermedades más graves que es necesario controlar. Desde Alzer, profundizaremos en por qué ocurre esto y cómo solucionarlo.
Por qué se producen los ronquidos: causas principales
Los ronquidos aparecen mientras dormimos y se originan porque se obstruye el paso de aire a través de la boca y de la nariz, provocando una vibración sonora en la pared de la garganta cuando respiramos. Tanto las roncopatías crónicas (derivadas de alguna enfermedad u anomalía física) como los ronquidos episódicos (causados por el consumo de alcohol u otros hábitos) alterararán nuestro sueño y evitarán que tengamos el descanso reparador que necesitamos.
Se trata de un problema serio que, si se mantiene en el tiempo y no se trata clínicamente, puede tener graves consecuencias para la salud física y mental. Por ejemplo, dolores de cabeza, pérdida de memoria, estrés, aumento de la tensión arterial, infarto cerebral o de miocardio e incluso cáncer en los casos más graves. Por eso es tan necesario acudir al médico para conocer la causa que los provoca. Estos son algunos de los factores de riesgo que destacan los especialistas:

Apnea obstructiva de sueño. Es un trastorno que provoca que la respiración se interrumpe varias veces durante la noche, obstruyendo las vías respiratorias y generando sensación de asfixia.
Obesidad o sobrepeso. El exceso de grasa puede bloquear el movimiento del diafragma y estrechar el espacio interior de la garganta, impidiendo coger aire correctamente.
Alergias y resfriados. La alergia primaveral, las infecciones de garganta y la congestión nasal dificultan de forma temporal la respiración.
Amígdalas inflamadas y sinusitis. Si tenemos las amígdalas demasiado grandes, un problema de vegetaciones o sinusitis también corremos el riesgo de generar ronquidos.
Tabiques nasales desviados. Un tabique nasal desviado, ya sea por una anomalía física o por un accidente, nos causará problemas a la hora de respirar durante la noche.
Excesivo desarrollo de los tejidos de garganta, paladar blando y úvula. Si tenemos el paladar blando demasiado largo o la úvula grande, se reduce significativamente el paso de aire entre la nariz y la garganta.
Bajo tono muscular en garganta o en lengua. Esto provoca que al dormir los músculos se aflojen y la lengua caiga hacia atrás, bloqueando las vías respiratorias.
El consumo excesivo de alcohol y de tabaco. Las bebidas alcohólicas relajan la musculatura de la faringe mientras que el tabaco reseca las mucosas de las vías respiratorias y las inflama, provocando los molestos ronquidos.
Los medicamentos antidepresivos y somníferos. Algunos fármacos recetados para dormir o para tratar la depresión pueden producir apnea del sueño.
La llegada de la menopausia. Los músculos de la garganta se aflojan con la edad, lo que provoca que se ronque con más frecuencia.
Dormir boca arriba y con la cabeza demasiado baja. Es aconsejable dormir de costado y con una almohada alta para que la cabeza no cuelgue y el aire fluya correctamente.
Un colchón en mal estado. Un colchón hundido por el desgaste de los años nos forzará a mantener una mala postura vertebral y al dormir tendremos problemas para respirar.

Cirugía. Algunas intervenciones quirúrgicas abren las vías aéreas superiores. Otras corrigen el desvío del tabique nasal mediante rinoplastia. También existen procedimientos para extirpar las amígdalas, las vegetaciones e incluso para reducir el tamaño del paladar y la garganta.
Los ronquidos son ruidos muy molestos y los sufren el que los padece y el que los escucha, perjudicando la calidad de nuestro descanso y de nuestra salud. Por eso es tan importante seguir las pautas que nos indique el médico además de estos sencillos consejos que te recomendamos desde Alzer.