En este momento estás viendo Las fases del sueño
Las fases del sueño

¡Buenas noches, me voy a dormir!

Eso decimos, como si «dormir» fuera una actividad continuada y sin interrupciones. Pero en realidad «dormir» es más bien un viaje con paradas… y no necesariamente tranquilo.

 

Clásicamente se habla de sueño «REM» y «no REM», siendo «REM» el acrónimo de Rapid Eye Movement: movimiento rápido de los ojos. Algunos expertos utilizan los términos en castellano «MOR» (movimientos oculares rápidos) y «no MOR».

Esto nos da ya una pista de lo ajetreado que es el tiempo de descanso.

Al principio, el sueño es NO REM, y nos hace avanzar por tres niveles:

  1. N(antigua Fase 1). Los músculos se relajan, la respiración se hace uniforme, la actividad cerebral se hace más lenta… pasamos de la vigilia al sueño ligero. Se perciben aún los estímulos auditivos y táctiles. Este sueño todavía no es reparador.
  2. N(antigua Fase 2). El sueño se hace menos superficial, conforme el cerebro se aletarga y experimentamos una desconexión sensitiva que nos aísla del exterior. Este sueño es  más reparador y supone el 50% del tiempo de sueño total del adulto.
  3. N(antiguas Fases 3 y 4). Entramos ya en la zona del sueño profundo, tanto que si alguien quiere despertarnos tendrá que zarandearnos o gritarnos: hemos desconectado del mundo.

Y, por fin, llegamos a la Fase REM, que es doblemente sueño: porque dormimos y porque soñamos. Y al soñar, movemos los ojos. Mucho. Lo cual indica que, si bien nuestros músculos (salvo los oculares) reposan, el resto del cuerpo se halla en estado de revista: la tensión arterial, las frecuencias cardiaca y respiratoria, las temperaturas corporal y cerebral y el consumo de oxígeno registran niveles similares a los de cuando estamos despiertos, razón por la cual esta fase también se conoce como «sueño paradójico».

Para complicar aún más la cosa, las fases descritas forman ciclos que duran entre 90 y 120 minutos, y se repiten una media de cinco veces por noche.

Por supuesto, para hacer el tránsito por todas estas etapas, un buen colchón y una buena almohada son fundamentales porque ayudan a nuestro cuerpo a encontrar la posición de descanso más adecuada.

Pero, ¿cómo podemos saber por qué fases del sueño hemos pasado? Y, lo que es más importante, ¿qué podemos hacer para mejorar nuestro descanso utilizando esta información?

En Alzer hemos desarrollado colchones de máximo confort. Contamos con un desarrollo tecnológico para ayudar a disfrutar de un sueño reparador.

Deja una respuesta